Termas

La terma tiene las ventajas de la sauna y los baños de vapor, y ninguno de sus inconvenientes. La sauna finlandesa es un calor seco a muy alta temperatura agobiante en algunos casos, los baños de vapor tienen demasiada humedad, y sin embargo la terma tiene temperatura algo más baja, con humedad en torno al sesenta y cinco por ciento, con lo que es mucho más fácil de soportar y más agradable para las vías respiratorias.

La concentración de calor resulta también positiva para el sistema cardiovascular, dado que el corazón, al adaptarse a la vasodilatación, bombea más fuerte y por tanto se favorece la circulación. De igual modo, las altas temperaturas influyen en las terminaciones nerviosas, provocando una ralentización de los impulsos sensitivos que van de la piel al cerebro. Resultado: el individuo experimenta una relajación, en la que radica el efecto antiestrés de la sauna. Por último, la combinación de calor con esencias de acción terapéutica (mentol o eucalipto), actúa de forma muy positiva en los bronquios y el sistema respiratorio en general.

Sin embargo, mejor tres o cuatro sesiones de cinco minutos a la semana, que intentar aguantar dos horas una vez al mes… Comenzamos a sudar, esperamos tres o cuatro minutos y con eso sería suficiente. Si tenemos más tiempo y queremos activar más la circulación, podemos salir, ducharnos con agua fría, secarnos y volver a entrar.

Por eso mantenemos nuestras termas encendidas de forma permanente el noventa y cinco por ciento de nuestro horario de apertura. De ocho treinta de la mañana a diez treinta de la noche disfrutarás de los beneficios del calor y del relax de un espacio único en nuestro centro deportivo.

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